El nombre "ácido de sal marina" procede del procedimiento de preparación habitual desde el siglo XVI: se obtenía por fuerte calentamiento de una mezcla de cloruro sódico (sal marina) y arcilla. En el siglo XVII, Glauber introdujo un nuevo método de obtención a partir de cloruro sódico y ácido sulfúrico. Su descubrimiento y uso generalizado fue bastante más tardío que los otros dos ácidos minerales (nítrico y sulfúrico).